Estoy trabajando mucho y aunque me pintan de una manera fea diciendo que tengo cuernos, cola y otras cosas, pero no soy así.
Quien conoce la Biblia, sabe muy bien que puedo convertirme en ángel de luz (2 CORINTIOS 11:14).
En realidad, voy a la iglesia con más frecuencia que muchos.
Me siento tan feliz viendo a cristianos perezosos que no oran ni leen la Biblia.
Es en eso que me lleno de alegría y hasta aplaudo.
Cuanto menos oren y lean la Biblia, mejor para mí.
Mi mayor alegría es cuando en el momento de la predicación, muchos se quedan platicando, distrayéndose en internet, otros salen para ir al baño...
Además en ese momento hago a las personas hablar, dormir, levantarse en todo momento, perturbar el silencio de las personas, etc.
¿Están viendo cómo soy?
¡Es gracioso decir que soy perezoso! ¿no crees?
Mi mayor tristeza es cuando veo a la iglesia cantar.
Me volví contra DIOS, queriendo ser igual a ÉL fui expulsado perdiendo mi privilegio en el cielo.
Hoy en la iglesia, la música es lo que mas odio.
Por eso, he puesto espíritu de orgullo y prostitución a los músicos, (EZEQUIEL 28: 12,13,14,15).
Mi fin está cerca. Por eso es que en estos últimos tiempos he trabajado mucho para llevar multitudes conmigo en el infierno provocando accidentes, muertes en las carreteras, hospitales y suicidios.
Mi misión es matar, robar y destruir (J. 10:10).
Me atraen multitudes con canciones, bailes, fiestas, bebidas alcohólicas, drogas, redes sociales, telenovelas, películas, fama, moda, lujuria, dinero, placeres sexuales etc.
Me gusta ver mujeres mostrando senos, y con ropas que enseñan partes íntimas del cuerpo, para despertar la sensualidad de los hombres.
Muchas van a la iglesia con pantalones tan ajustados que marcan la forma del cuerpo, faldas cortas, escotes y ropas no adecuadas para ir al templo de DIOS.
No tengo miedo de revelar mis secretos.
Sé muy bien que incluso contando todo esto, no habrá en ustedes ninguna mejora.
Las cosas que me dejan enojado en la iglesia son: el ayuno, las oraciones, la intercesión y las ofrendas.
Cuando quiero que alguien no vaya a la iglesia, pongo pensamientos como:
'Tú estás cansado', no estás en condiciones de ir a la iglesia... ¡Entonces no vayas!
'Los cultos son largos y agotadores', ¡¡¡no vayas!!!
'¡Descansa, quédate disfrutando de la TV!'
Bueno, creo que ya he hablado demasiado.
Si realmente me amas, quédate con el mensaje y no se lo muestres a nadie.
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